
Desde que era muy pequeña siempre quise tener un perro y se los pedía constantemente a mis padres. Ellos nunca accedieron explicándome que era una gran responsabilidad tener un animal en casa, por otro lado, soy asmática y alérgica desde los 4 años y los médicos siempre me decían que “yo no podía tener perros o gatos”, es decir, animales con pelo.
Por lo que acabo de un tiempo, mi madre accedió a que tuviéramos algunas tortugas. Éstas fueron las únicas mascotas que tuve por mucho tiempo, en alguna ocasión llegamos a tener algún pollito de la finca de mi abuelo, que en aquel entonces tenía gallinas.
Hace 5 años (aún no estaba independizada), me traje Dana a casa, Dana es una hembra de labrador retriever, con la consecuencia de que mi madre se enfadó conmigo durante meses (a mi padre no le afectó tanto porque en ese momento estaban divorciados). Mi hermana y yo estábamos encantadas con ella, siempre nos han gustado los perros y a ambas nos fue negado durante la infancia. Puse patas arriba la casa de mi madre, bueno, yo no, Dana…jugando todo el día, haciéndose su hueco en el hogar y en nuestros corazones.
Era nuestro primer perro y una nueva y “gran responsabilidad”. Tener al día las vacunas, que estuviera bien alimentada, enseñarle las normas básicas, aprender a pasear con ella y que fuera a nuestro ritmo, la sociabilización con otros perros, el ejercicio diario (los labradores necesitan deporte constantemente),etc. Quienes tengan perro sabrán todo lo que conlleva su cuidado.

Sinceramente, para ser nuestro primer perro, Dana es buenísima, aprende todo muy rápido y tiene un comportamiento ejemplar, nunca ha roto nada en casa, no se sube a los sillones ni la cama, tampoco entra a los cuartos donde sabe que no puede estar (por ejemplo la cocina), es muy cariñosa y sociable con todos…es una perra maravillosa y de la que aprendemos cada día.
En cuanto a la alergia, durante los primeros meses debo confesar que mi hermana y yo lo pasamos algo mal, con algunos ataques de alergia…al tiempo el cuerpo se nos fue acostumbrado y a día de hoy, casi ha desaparecido, salvo la alergia propia de las estaciones.
Unos 2 años después, mi hermana y yo decidimos adoptar a Kronk, a través de la Asociación “S.O.S. Bulldogs Canarias”, un bulldog francés que nadie quería. Si, nadie quería…había estado en tres hogares diferentes, no diré nada acerca de cómo estaba en esos hogares pero cuando conocíamos a Kronk, tenía una oreja deformada y la cara hinchada. La deformación en la oreja, era porque no le trataron adecuadamente una infección de oído y el cartílago se deformó, por lo que ahora, tiene una oreja siempre hacia arriba y la otra hacia abajo.
La cara hinchada, era por que tenía clavada la astilla de una planta y se le había formado una bolsa de pus…y así lo dejaron… sin palabras.
Desde que Kronk nos vio, enseguida vino corriendo a nosotras para que lo acariciáramos, buscando desesperadamente el cariño…pobre. Poco después lo adoptamos y se convirtió en un nuevo miembro de la familia.

Ahora, años después y yo ya independizada, Kronk vive con mi hermana y yo con Dana. Dana nos ha dado recientemente un buen susto, la tuvimos que operar de urgencia por una piómetra. Afortunadamente todo ha salido bien y se está recuperando de maravilla. Lo hemos pasado bastante mal, porque se convierten en un miembro más de la familia.
Este post lo escribo porque tener una mascota conlleva una gran responsabilidad y es increíble la cantidad de perros que se abandonan cada día, la cantidad de perros que hay en la perrera y a los que muchos de ellos terminarán sacrificándolos.
Dana necesita salir varias veces al día, haga calor o haga frío, esté lloviendo o haciendo un sol intenso, aunque me apetezca o no me apetezca. El pienso, el veterinario, la cama, la correa, los juguetes, etc…son gastos.
El perro depende de ti totalmente, para que le des de comer, para sus paseos diarios, para recoger sus excrementos. Tener un perro y cualquier mascota conlleva unos compromisos hasta el fin de sus días y si no estás dispuesto o dispuesta a cumplirnos, por favor, no tengas mascota.

Hay perros que permanecen toda su vida atados a una cadena, ¿para qué?, hay perros que utilizan para peleas ¿cómo le puedes hacer esto?, hay perras que utilizan una y otra vez para quedarse embarazadas y vender sus crías, cuando ya no sirven, se deshacen de ellas, ¿eres consciente de todo el sufrimiento que le estás haciendo pasar?, hay perros que regalan en Navidades y cuando crecen terminan en una perrera o terminados en una cuneta, ¿por qué?, porque no son peluches, porque son animales, como tu y como yo, con sus personalidades, que sienten, que sufren y se emocionan, que ladran, que comen y beben, que hacen sus necesidades…
Dana y Kronk me han enseñado una lección, la lección de ser responsable al cuidar de otra vida, otras vidas, de cuidarlos los 365 días del año, de sellar un compromiso con ellos hasta que no estén. Dana y Kronk nos han enseñado un amor incondicional y desinteresado y sobre todo gratitud. ¿Has visto a un perro sonreír?, cuando Dana o Kronk corren libres en el monte o en el campo, o disfrutan del mar, lo hacen J
Si no quieres ser responsable, no tengas mascota por favor.
