
La tercera semana de cuarentena ha sido la más dura para mi, en la que he flaqueado, en la que mis sentimientos más oscuros se han desbordado, han asomado y me han arrasado dejándome agotada psicológicamente.
Uno de los peores días recordé mi tatuaje, el que me hice unos meses atrás con la aleta de una ballena rodeada de flores, recordándome cada día que formo parte de la naturaleza, que soy naturaleza. Entonces estas palabras viajaron de mi corazón hasta llegar a mis manos:
Cuando siento que me ahogo
En un mar de lágrimas y de desespero
Ella me roza con su aleta
Para recordarme que yo también tengo
Branquias,
Entonces me envuelve la certeza
De que sólo tengo
Que seguir respirando.
Cuando mis pies se hunden
en la tierra y me siento atrapada e
Inmovilizada,
Las raíces húmedas y blancas
Me recuerdan que las flores florecen
Hasta en los valles
Más inhóspitos
Y que no hay viento enfurecido
Que las derribe.